viernes, 19 de noviembre de 2010

Variaciones del templo

Salvador Lira Saucedo



Las genealogías del templo

Adán y Eva tuvieron dos hijos, Caín y Abel. Personajes que protagonizan el primer fratricidio de la Biblia, sucedido porque Dios aceptó el cordero, antes que el sacrificio del trabajo de la tierra. No obstante, existen otros motivos de carácter apócrifo[1]: a) Samael, Iblis o Satán es el padre de Caín, no Adán, por lo tanto no entra en la condición de primogénito, heredero; b) Caín y Abel nacieron junto con otras dos mujeres, Lebhundaha y Qelimath respectivamente, la primera debía desposarse con Abel, mas los deseos amorosos del primogénito lo impidieron; y c) Dios dijo que, por la distinción de oficios que había hecho Adán, Caín fuera el esclavo de Abel. Aquí comienza el linaje de constructores y reyes.

Pero Adán y Eva tuvieron otro hijo llamado Set. En la Biblia, del capítulo 4, 17-28 se muestra la división de los errantes y los elegidos. De Caín nació Henoc, que engendró a Irad, que engendró a Maviael, que engendró a Matusalen, que engendró a Lamec. Lamec, de su esposa Ada nacieron Jabel y Jubal “el mismo que fue padre o maestro de los que tocan la cítara y órgano”[2]; y de su otra esposa, Sella, nacieron Noema y Tubalcaín “que fue artífice en trabajar de martillo toda especie de obras de cobre y de hierro”[3]. De Set nació Enós, que engendró a Cainán, que engendró a Malaleel, que engendró a Jared, que engendró a Henoc, que engendró a Matusalén, que engendró a Lamec, que engendró a Noé. Hay claras coincidencias de nombres. Coincidencias que, si bien corresponden a las cualidades propias de su oficio y a la propia historia de transmisión del texto bíblico, ya que en dísticas épocas se abre a una entera confusión de los nombres y las propiedades ocasionando diversas posturas sobre el mito y el linaje, en una de esas versiones a Noé se le entregarían los planos para construir el Arca y salvarse del diluvio. No así a los descendientes de Caín.

El primer intento de la construcción de un templo en la Biblia, se dio con la Torre de Babel, en manos de la descendencia caínica. El proyecto buscaba elevarse hasta encontrar el sitio de Dios, babel significa “puerta al cielo”. La Torre fue destruida por la desunión de los lenguajes, ya que no era un proyecto pactado entre Dios, como primer pensador de la obra, y el hombre, constructor de los caminos azarosos hacia la trascendencia divina.

A partir de ese hecho, las genealogías tuvieron una clara distinción. Los hijos de Noé llegaron con construir el Arca de la Alianza y el Tabernáculo, y les fue ofrecida la tierra prodigiosa. Ellos mismos construyeron, bajo los planos de Dios, el Templo de Salomón. Los descendientes de Tubalcaín, de los hijos de la Torre de Babel, de la tierra de Canaán, en cambio, trabajarían la tierra como esclavos, no obstante perfeccionando el arte. El artista cumbre, en la exaltación del héroe, será Hiram Abif o Adoniram, “hijo de una mujer viuda, de la tribu de Neftalí, y de padre tirio, artífice dotado de gran saber, inteligencia y maestría para ejecutar todo género de obras de bronce”[4], quién adornará el Templo de Salomón, dispondrá su propia obra y construirá las dos columnas y el mar de bronce.

Salomón legitima su reinado al ser el “Ungido” por Dios y construir su casa. Lo hace al ser representado como descendiente de Set y disponiendo planos dados por lo divino. Llena el vacío de su pueblo al dar materia y visibilidad a lo divino. No utiliza ídolos para representarlo, sino que cierra la posibilidad y recuerda, en su Templo, cómo Moisés arroja el rostro de Dios [5] sobre el becerro de oro. Lo vuelve inefable. El carácter el Templo Salomónico es otorgar a su pueblo una lectura divina de Dios a su reino y un estado de más allá sobre el mundo material entre los demás inframundos. La caída del Templo es ocasionada por la instauración de ídolos. La lectura del mito del Templo de Salomón recuerda el verdadero rostro de Dios y la promesa infranqueable de no adorar otras representaciones. La lectura autorizada de la Torá y la correcta pronunciación del nombre de Dios se llevará a cabo en el Templo, única puerta de los espacios infinitos.

El camino de Caín

En 1843, Gerard de Nerval hizo un viaje hacia el Oriente de Europa. Visitó Alejandría, El Cairo, Beirut, Constantinopla, Malta y Nápoles. Al regresar a París, realizó una serie de publicaciones tituladas Souvenirs d´Orent, que luego se convertirían en la novela de viajes Voyage en Orient, versión definitiva publicada en 1851. Con el tema principal de su viaje y el encantamiento de las tradiciones de medio Oriente, Gerard de Nerval rescata y describe algunos mitos y leyendas de los lugares que visitó. Uno de ellos es la “Historia de la Reina de la mañana y de Solimán Príncipe de los genios”. Se trata de la construcción del Templo de Salomón, bajo la tradición apócrifa.
Dos elementos debemos resaltar en el relato sobre la figura de Hiram Abif o Adoniram: 1) que el relato rescata y, asimismo, exalta la cualidad de los hijos de Caín, 2) el relato sigue jugando con la estética biográfica del mismo Gerard de Nerval.En las tradiciones apócrifas, Hiram Abif muere poco antes de que el Templo fuera terminado [6], ya que el arquitecto había conquistado a Balkis, reina de Saba, prometida de Salomón. El rey judío había incitado a tres constructores para llevar a cabo el asesinato, con la promesa de develarles el nombre de Dios. Los obreros asesinos hicieron lo suyo, previo la promesa del arquitecto de escapar con Balkis, luego de despedir y dar salario a los obreros [7].

Las columnas que construyó Hiram se concentraron frente a la puerta del atrio del Templo. De material de bronce, cada una sostenía siete hileras de mallas, asentados por granadas y rematados por flores de azucenas. Las columnas del Templo hacen referencia al sostenimiento o equilibrio del Templo. “Estas columnas [Hiram] las colocó en el atrio del templo, una a la derecha y otra a la izquierda; a la de la derecha la llamó Jaquín, y a la de la izquierda Booz" [8]. La columna derecha significa estabilidad y la segunda fortaleza; es el sostenimiento del Templo, de las proporciones de un arte y una forma, de la belleza y el poder.

Adoniram despedía a los obreros en la distribución alrededor de La Palabra, que disponía una jerarquía entre los obreros. La versión apócrifa, que relata Gerard de Nerval, menciona esa distribución; es la parte del susurro y el saber mayéutico, entre la unión de los iguales entre los iguales. Versión que se apega por completo al mito base e imaginería de la Fracmasonería:

La separación de los tres grados jerárquicos se realizaba de acuerdo con una contraseña que sustituía en este caso los signos manuales, cuyo intercambio habría llevado demasiado tiempo. Después se distribuían según se pronunciaba la clave.
La última contraseña de los aprendices había sido Jakín, nombre de una de las columnas de bronce; la de los obreros Booz, nombre del otro pilar; y la de los maestros Jehová.
Clasificados por categorías y alineados en filas, los obreros se presentaban en los mostradores ante los intendentes resididos por Adoniram. Éste les tocaba la mano y ellos decían en voz baja el santo y seña. Pero aquel último día la contraseña [el día del asesinato de Hiram] había cambiado. El aprendiz decía Tubal-Caín, el obrero Schibboleth, y el maestro, Giblim
[9].

Sobre esta concepción, de Jehová, Jakín y Booz dice Martha Fernández, a propósito de otra autora:

Karen Armstron sugiere que tal vez [Jachín o Jakín y Booz o Boaz] sean las primeras palabras de dos bendiciones que las vincularían a la dinastía davídica: Yakhin YHWH et Kisei David l‘olam va’ed, que significa “Que el Señor establezca el trono de David para siempre” y Boaz Yahweh, que quiere decir “Por el poder de YHWH” [10].

Sobre las otras tres palabras su significado hace referencia a la lucha y al Templo. A final de cuentas, las columnas son una tensión entre el pueblo elegido y el no elegido, es la parte/fachada que abre la posibilidad a los iniciados contra los profanos, con los no elegidos. Tubal-Caín es antepasado de Adoniram, y descendiente de la raza de Caín; es el hombre que trabajaría con el martillo, el hierro y el cobre [11]. Sobre Schibboleth [12] y Giblim [13] hacen referencia a una legítima lucha y a convertirse en piedra labrada. Adoniram se opone a Jehová, al Dios judío. Bajo el recurso del sueño, estrategia literaria constante en Gerard de Nerval [14], Adoniram baja al centro de la tierra y conoce a sus antepasados, es decir, elige la genealogía de Caín:

Siguiendo el destino de nuestra raza [Tubalcain le explica a Adoniram] se vio condenada a errar, y la hija de Cam, segundo hijo de Noé, le encontró más bello que el hijo de los hombres. Él la conoció y ella engendró a Chus, padre de Nemrod [15], que enseño a sus hermanos el arte de la caza y fundó Babilonia. Ellos acometieron la construcción de la torre de Babel; pero Adonai reconoció en esta obra la sangre de Caín y comenzó otra vez la persecución [16].

La torre de Babel es la única que ha podido ver directamente y en su punta a los ojos de Dios. La única torre o Templo que movió el miedo de lo divino, pues él no habitaría esa casa; por el contrario, el hombre habitaría los terrenos del cielo. Esa raza errante que, con las ruinas de la torre fundaron Babilonia, aceptaron el destino y siguieron sin rumbo al valor del suplicio y de la marca. El mito no pierde su esencia, sino adquiere otra lectura. La raza de Caín está condenada al trabajo, a la servidumbre de la raza de barro. Pero el mandato y destino que auguran los errantes y los oráculos, en el viaje de Adoniram, es la destrucción y esclavitud, de nueva cuenta, del reino de Israel. Serán emancipados bajo el poder del trabajo, sin la bendición de lo divino. La marca de los errantes, para el relato de Nerval, ya no es la de la mancha negra, sino la del signo y/o letra tau o τ, con el que conquista y revela a Balkis.

Un midrás primitivo describe la marca de Caín como una letra tatuada en su brazo; su identificación en los textos medievales con la letra teth fue sugerida tal vez por Ezequiel IX, 4-6, donde Dios pone una marca (tav) en las frentes de los pocos justos de Jerusalén que se han de salvar. A Caín no se le juzgó digno de ese emblema. Pero la letra tav, la última de los alfabetos hebreo y fenicio, estaba representada por una cruz; y de ella se derivó el carácter griego tau, el cual, según Luciano, inspiró la idea de la crucifixión. Como tav estaba así reservada para la identificación de los justos, el midrás ha sustituido como marca de Caín a la letra más parecida a tav tanto por su sonido como por su carácter escrito, o sea teth, cuya forma hebrea y fenicia era una cruz dentro de un símbolo [17].

La cita anterior demuestra las diversas lecturas que puede tener un símbolo por su forma y su significado. Arroja a distintas epifanías. Para Nerval, el mito juega con la estética propia. Es Adrienne, proveniente de su Valois natal y es Jenny Colon, la actriz, representado a la reina Saba. Es la reina de ‘El Desdichado’.” [18] “Mi frente aún está roja del beso de la reina” [19] el encantamiento de su Balkis, Jenny Colon.

La reina de Saba, en que trabaja Gérard, es un libreto para una ópera de Meyerbeer. […] Y así es como el poeta oye a su reina de la mañana: “Los pájaros se callaban al oír su canto, y la hubieran seguido por los aires”. Todavía faltaba que Jenny Colon, cantante del Teatro de las variedades, pasada a la Ópera Cósmica, entrase en la Ópera a secas para cantar sus poemas. Las dos reinas se habrían convertido en una sola. “Así, en una llamarada, habría reunido las dos mitades de mi noble amor.” El condicional basta para indicarnos que no fue así [20].

A la muerte de Hiram, sus restos fueron incinerados y dispersados por el recinto salomónico, es decir, se convirtieron en Templo. La tradición apócrifa y el relato de Nerval dan mayor importancia a la revelación de los hijos de Caín hacia Dios, por la cualidad del trabajo. El Templo de Salomón es destruido por el desacato de su rey y su pueblo, al instalar ídolos de otras religiones en el recinto sagrado. La Palabra, según la tradición, sigue perdida y la venganza de los hijos de Caín sobre los de Set fue cumplida.

NOTAS:

[1] Véase los Evangelios Apócrifos editados por el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM y Mitos Hebreos de Robert Graves y Raphael Pathal.
[2] Génesis, cap. 4, 21.
[3] Génesis, cap. 4, 22.
[4] Reyes I, cap. 7.
[5] Las Tablas de la Ley, La Palabra escrita.
[6] En la Biblia no se menciona el desenlace de la vida y muerte de Hiram, sólo menciona su condición y las obras que realiza (Las columnas y el mar de bronce).
[7] Este es el mito clave de la Francmasonería, sólo que los obreros trataron de arrancar la Palabra Sagrada a Hiram Abif. La Francmasonería no menciona el nombre de Balkis.
[8] Crónicas II, cap. 3, 17.
[9] NERVAL, Gerard de, Amelie Cuesta trad., Historia del Califa Hakem, Historia de la Reina de la Mañana y de Solimán Príncipe de los Genios, Edit. Gernika, México, 1999, pp. 202.
[10] FERNÁNDEZ, Martha, La imagen del Templo de Jerusalén en la Nueva España, Edit. UNAM, México, 2003, pp. 28.
[11] Génesis, cap. 4, 22.
[12] La palabra Schibboleth se encuentra en Jueces, cap. 12, 4-7. Luego de que la Tribu de Galaad venciera en batalla a la tribu de Efraím, los sobrevivientes decidieron escapar; pero al llegar al río Jordán, se toparon con las tropas galaaditas. Y cuando llegaba allí alguno de los fugitivos de Efraím y les decían: Os ruego que me dejéis pasar, le preguntaban los galaaditas: “¿No eres tú efrateo? Y respondiendo él: No lo soy, replicábanle: Pues di scibbolet [Schibboleth] (que significa espiga). Mas él pronunciaba sibbolet, porque no podía expresar el nombre de la espiga con las mismas letras. Y al punto, asiendo de él, lo degollaban en el mismo paso del Jordán.” La cita de libro de Jueces abarca el valor de la correcta pronunciación de La Palabra, pues si no la muerte es perecedera. Es la correcta grafía, en la letra y la voz.
[13] La palabra Giblim “[…] hace alusión a los giblinitas, que fueron ocupados por Salomón en la talla y corte de las piedras que se emplearon en la construcción del Templo de Jerusalén.” Véase FRAU ABRINES, Lorenzo, Diccionario Enciclopédico abreviado de la Masonería, pp. 204.
[14] Véase Aurelia, viaje de locura a la tierra de los Elohims. También véase Silvie y Las Quimeras.
[15] “El mito de Cam fue en un tiempo idéntico al de la conspiración contra el desvergonzado dios Cronos por sus hijos Zeus, Posidón y Hades; Zeus, el más joven, fue el único que se atrevió a castrarlo, y como consecuencia se convirtió en el Rey del Cielo. Pero la castración de Noé por Cam (o Canaán) ha sido extirpada del Génesis inmediatamente antes de la línea: «Despierto Noé de su embriaguez, supo lo que con él había hecho el más pequeño de sus hijos.» La versión revisada, una lección moral de respeto filial, condena a Cam a servidumbre perpetua bajo sus hermanos mayores sólo por el delito de haber visto accidentalmente la desnudez de su padre”, GRAVES, Robert y Raphael Patai, Los mitos hebreos, pp. 13.
[16] Ibíd, cita 9, pp. 156.
[17] Ibíd., cita 15, pp. 87.
[18] YÁÑEZ VILALTA, Adriana, Nerval y el romanticismo, UNAM y Grupo Editorial Miguel Ángel Porrúa, México, 1998, pp. 129.
[19] Ibíd., cita 18, pp. 73.
[20] DELAY, Florence, Matilde Paris trad. Llamado Nerval, FCE, México, 2004, pp. 70.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Viajes y mundos al revés


Carmen Fernández Galán




El siguiente es un ejercicio de literatura comparada con lo que considero las principales influencias literarias de un autor novohispano que durante el siglo XVIII escribió un viaje a la Luna que sería procesado por la Inquisición de México. En la cadena de recepción indirecta de este relato, así como en sus contenidos alquímicos y astronómicos, se dibuja una compleja relación entre ciencia y literatura.

El texto base se titula Sizigias y quadraturas lunares… y está atribuido a Manuel Antonio de Rivas, [1] las relaciones de textualidad se concentran en tres obras de autores franceses: Micromegas de Voltaire que circuló ampliamente en España (1750-52), Viage al mundo de Descartes del jesuita Gabriel Daniel (escrita 1690 y editada en España en 1693) y “Estados e imperios de la Luna” primera parte de El otro mundo del libertino Cyrano de Bergerac (escrita en 1645-50 y publicada en 1657). Agrego además la que es considerada la primera obra de viajes imaginarios en Occidente y que es referencia de las anteriores, Historia verdadera de Luciano de Samosata (siglo II).

En principio estos relatos comparten una característica: son sátiras que se valen del género de viajes como estrategia, aunque comparando las circunstancias de su aparición es posible encontrar otras similitudes.

Historia Verdadera de Luciano de Samosata está escrita en forma epistolar y es una parodia de las epopeyas de aventuras, en ella se promete una segunda parte, que al parecer no se escribió. Este relato representa la continuación del texto “Cómo debe contarse una historia”, del mismo autor, donde critica la actividad de los historiadores. Comienza mencionando que en su texto se hace alusión a poetas, historiadores y filósofos, quienes han escrito con apariencia de verdad miles de mentiras, entre ellos suma a los que escriben relatos a la manera del Ulises de Homero —a quien toma como modelo. Así, Historia verdadera versa sobre un viaje y las distintas aventuras en los lugares que recorre su protagonista, que es el mismo Luciano. Al parecer esta obra es la primera que se autorreconoce como ficticia y la primera en tocar el tema del viaje a la Luna, aunque sólo sea en un episodio, como una entre las múltiples odiseas que comienzan cuando el protagonista se embarca con el objetivo de ver dónde termina el océano.

Con Cyrano de Bergerac ocurre algo similar cuando escribió en 1645 “Estados e imperios de la Luna” la primera parte de El Otro Mundo que comprendería “Estados e imperios del Sol” y “La Centella”, que tampoco fue escrita. El título de “Otro Mundo” ilustra una visión relativista, y la tesis central de la obra es la existencia otros mundos distintos, ya que los de la tierra no creen que existan otros mundos y los de la Luna igual respecto a la tierra que para ellos es una Luna; por eso el protagonista se propone comprobar que la Luna es un mundo como éste viajando a ella.

El viaje al mundo de Descartes de Gabriel Daniel es un texto filosófico que a partir de la analogía con el Nuevo Mundo describe la polémica entre peripatéticos y cartesianos. Aquí la sátira se mezcla con el género epistolar y con los diálogos. Uno de los puntos centrales en el debate corresponde a la visión de Descartes del universo basado en las leyes del movimiento que hacen que la materia se organice en turbillones. Tanto en la obra de Cyrano de Bergerac como en la de Gabriel Daniel es explícita la influencia de Luciano de Samosata, esencialmente de sus Diálogos.

Sizigias y quadraturas lunares… de Manuel Antonio de Rivas fue escrita en un contexto de censura inquisitorial y desde el Nuevo Mundo, aunque el protagonista del viaje es un francés: la tentativa del canónigo Desforgues que en 1772 construyó un carro volante y se lanzó de una torre al sur de París, despertó la imaginación de este franciscano que lanza críticas contra la ciencia de su tiempo en un escenario político de conflicto en la provincia de Yucatán.

Las formas de viajar permiten inferir las visiones del universo implícitas dentro de cada obra. En Luciano el hecho de que al avanzar más allá de los mares se llegue a los astros habla todavía de una concepción del universo plano, pero también de la actitud de exploración que permitió a los helenistas llegar a la conclusión del heliocentrismo. La observación de los fenómenos celestes y las transformaciones de la astronomía históricamente han estado unidas a la exploración y viajes en el mar. Luciano arriba al orbe lunar después de que una tormenta eleva su barco por los aires en los que navega siete días, en Estados e imperios de la Luna son varios los intentos de Cyrano para lograr transportarse a la Luna: primero con la ascensión por medio de la evaporación del rocío, lo que sólo lo lleva a Nueva Francia (que era entonces Canadá), ahí construye una máquina pero fracasa en su intento, la máquina se pierde y cuando la localizan están a punto de prenderle fuego, se lanza a ella antes de la explosión y se eleva a los aires para después caer; finalmente el éxito de su empresa lo logra sin intención: comienza a ser atraído por la Luna debido al tuétano que se había untado en el cuerpo para aliviar los golpes recibidos en su primer intento.

El viage al mundo de Descartes
es un recorrido de las almas separadas en el cuerpo, es decir, la metempsicosis pitagórica y la idea de que el alma está situada en la glándula pineal, permiten que al entrar en estado de éxtasis, desmayo o sueño, el alma pueda salir y luego regresar a su cuerpo, pero cuando el cuerpo es despertado antes de tiempo éste muere y el alma queda vagando. Así los protagonistas se encuentran con Descartes, que no ha muerto, introduciendo una especie de tabaco en la nariz algo para inducir el sueño propicio. En el relato de Rivas, Dutalon inventa un carro volante y se eleva primero hasta las islas flotantes de Plinio, para de ahí ensayar recorriendo África y los montes más altos de la tierra, y después emprender su viaje a la Luna.

Luciano de Samosata y Cyrano de Bergerac son al mismo tiempo autores, narradores y realizadores del viaje, mientras que en Gabriel Daniel y Rivas los personajes permanecen ocultos. A su llegada a la Luna se presentan visiones fantásticas del escenario lunar y sus habitantes. Luciano recurre a pasajes mitológicos para tergiversar la concepción de la vida en la Tierra y mostrarnos un mundo al revés: los hombres dan a luz, existen criaturas que nacen de extrañas maneras, como los arbóreos, algunos “lunares” no poseen ano y tienen una col en su cola, tienen ojos movibles, comen ranas, sudan suero que produce queso, utilizan su vientre como bolsa, los ricos visten de cristal y los pobres de bronce tejido.

En el caso de Cyrano la Luna resulta ser el Edén, es decir, un mundo perfecto, ahí platica con Elías quien le describe cómo llegaron Acab, Enoc y él. Más adelante hace un recorrido por los imperios de la Luna y encuentra a unos personajes similares a los humanos, pero de mayor tamaño, que lo tratan como mascota, posteriormente aparece Sócrates y lo rescata, al igual que Luciano nos muestra la visión de un mundo invertido: la concepción de la muerte, la sepultura, la manera de medir el tiempo, y las marcas de honor resultan contrarias a las de “este mundo.”

En Viage al mundo de Descartes en la Luna hay un Liceo de Filósofos y su cartografía es referida a partir de la selenografía de Grimm y de los mapamundi de Grimaldi y Luria. En el tercer cielo se ubica el mundo de Descartes como algo que los filósofos llaman espacio imaginario, en alusión a los espacios indefinidos. Al ascender al orbe lunar no hay vestigio del turbillón, la obra contiene varias cartas en la que se exponen los argumentos e ilustraciones para refutar el sistema de Descartes.

En el “cuento” de Rivas, los habitantes de la Luna no son descritos, se habla de que existe un Ateneo que reúne intelectuales y que la historia del orbe lunar está relacionada con la hazaña de Faetón cuando tomó el carro solar (Faetón como símbolo de la astronomía es además personaje en Historia Verdadera y en Viage al mundo de Descartes, la fuente debe ser Las Metamorfosis de Ovidio, que incluso Rivas cita). Otra descripción del orbe lunar es la que el presidente del Ateneo realiza de su itinerario a Dutalon donde precisa el diámetro de la Luna, y las tres distancias a recorrer: la primera de 132 leguas termina en el monte de la Plata, la segunda es del País de los Sordos hasta el Puente de los Asnos, la tercera son los Campos Elíseos donde hay una ciudad de plata.

Entre Rivas y Cyrano hay otras semejanzas: el juego de sentido con la palabra lunático, adjetivo que en Estados e Imperios de la Luna se da a Acab y a la madre de Hortensius y que los habitantes de la luna en Syzigias... adjudican a los terrícolas cuando hablan de gente sin vergüenza y tramposa. También comparten el recurso (barroco) de incluir el texto al interior de sí mismo. Hay pasajes que permiten sospechar la alusión a “Estados e imperios de la Luna”, a través del personaje francés, Dutalon, quien después de su visita al orbe lunar refiere: “Yo apuesto que hubiera discurrido por todas estas regiones cualquiera de los que condenan como absurda la idea de colocar en la Luna el Paraíso y...”, tal como lo hace Cyrano, por otra parte, Gabriel Daniel refuta a Cyrano sobre este aspecto.

Se dice que Cyrano de Bergerac inaugura el recurso literario de utilizar personajes de otras ficciones, como las de Cardano De subtilitate, Ariosto Rolando furioso y Godwin El hombre en la Luna, aunque las relaciones de intertextualidad como parodia ya están desde Luciano de Samosata. Es curioso que en todos los casos, a excepción de Cyrano de Bergerac, los autores reconocen explícitamente estar utilizando ficciones: viaje literario, viaje que se puede realizar soñando. Todas las obras prometen o prometieron una segunda parte: ya sea como continuación de una obra o como respuesta del destinatario de la carta.

A través de las intenciones satíricas se encuentran otros rasgos comunes: Luciano parodia tanto personajes reales como mitológicos o legendarios, así como acontecimientos históricos, a los que alude casi siempre de manera indirecta, entre sus referentes están Herodoto, Tucídides, Radamanto, Platón, Aristófanes, Neptuno, Vulcano, Minerva, Ayax, Circe, la guerra del Peloponeso, por citar algunos. Cyrano, a lo largo de su obra, se burla constantemente de cosas religiosas: da explicaciones racionales a los milagros, hace versiones irreverentes de las Sagradas Escrituras y parodia el juicio contra Galileo, cuando él mismo tiene que retractarse en la Luna por afirmar que la Tierra, que para el mundo lunar es una luna, un mundo. Entre discusiones sobre el universo infinito, del que el microcosmos es imagen del macrocosmos, del vacío y la concepción del universo, Cyrano enumera desde el inicio las autoridades científicas a las que recurre: Pitágoras, Epicuro, Demócrito, Copérnico, Kepler y más adelante Gassendi, mientras que critica a Aristóteles, Tolomeo, entre otros.

Gabriel Daniel critica a los cartesianos, retoma la discusión del éter y del vacío en Gassendi y deja constancia de múltiples fuentes citadas, ya que el texto es silogismo y demostración. Rivas mientras elogia a Newton y la física experimental, critica a Descartes, a la escolástica, la Inquisición, los yucatecos, los judíos y los musulmanes, y a la humanidad en general.

Comparando estos blancos se observa que la crítica se diversifica en religiosa, social y filosófica. Luciano se burla de la actividad de los historiadores y filósofos, y de los mitos; Cyrano de las Sagradas Escrituras y Dios, así como de las instituciones religiosas, algunos científicos y filósofos; Gabriel Daniel de los cartesianos como nuevos sofistas, Rivas de la Inquisición, de Descartes, la escolástica y de otras religiones.

Durante la Ilustración la carta fue el vehículo de discusión filosófica y científica, tanto en Europa como América. Fue Voltaire quien daría nacimiento a un género que mezcla de sátira, carta y viaje como ensayo de otros mundos: el cuento filosófico. Las referencias a la multiplicidad de mundos en Cyrano y Gabriel Daniel, sirvieron de modelo para Micromegas, que el viaje de un extraterrestre (un habitante de la estrella Sirio) a Saturno y a la Tierra. Cyrano expresó que “así como Dios pudo hacer el alma inmortal pudo hacer el universo infinito, si es cierto que la eternidad no es otra cosa que una duración sin límites y el infinito una extensión sin fronteras. [2] Y a partir de ello sostuvo la existencia de hombres en la Luna y en el Sol como Luciano. En Micromegas la imagen de otros mundos responde a la fórmula satírica de minimización para mostrar lo infinitamente pequeño y la multiplicidad de perspectivas, en síntesis la relatividad de las ideas. El mismo título implica en caleidoscopio lo micro y lo mega. [3]

El viaje como tema literario va ligado al tópico del sueño y a la estrategia de extrañamiento o mundo al revés que durante el Renacimiento cobra auge por el contexto de expansión geográfica y por la experiencia de otras culturas que dan nacimiento a las utopías. Las visiones del otro se enmarcan en ensoñaciones que permiten en espejo verse a sí mismo como otro.

Derivado en utopía el viaje representa la posibilidad de traducir la experiencia del otro que vuelve relativas las verdades.

La utopía como su nombre lo indica, no está en el espacio. Pero son los utópicos los que sacan del atasco a los tópicos, a los topos enredados en su construcción. [4]

En Historia verdadera la tierra es vista en espejo y se ven todas las ciudades y países como si se estuviera en medio de ellos. [5] La tierra vista desde la Luna en el mundo de Descartes posee sus cuadraturas, oposiciones y conjunciones, es una masa de materia semejante a la de la tierra y tiene sus bosques, ríos, mares y sus habitantes son las almas. [6] En el relativismo y visión irónica de Cyrano, la tierra es también una luna. En Rivas la tierra es vista por los anctítonas o habitantes de la Luna a través de un meridiano que dejó el viajero francés, con las mediciones sacan conclusiones sobre la irracionalidad, mordacidad y volubilidad de los yucatecos. En cuento de Voltaire el contacto con los humanos (átomos casi imperceptibles) suscita sorpresa por la capacidad de raciocinio contrapuesta al modo de reproducción de la especie y en el final el libro en blanco es una invitación al modo ilustrado e pensar por sí mismo. [7]

Las visiones fantásticas poseen un sustrato de realidad, donde los elementos mitológicos y las discusiones científicas en juego refieren ya sea saberes secretos o adversarios en el terreno de saber. Navegantes de lo imaginario, la gran afinidad que une a los textos es haber sido escritos en momentos en los que se da una transición entre verdades religiosas y verdades del conocimiento, es decir, cuando hay cambio de creencias. Se podría concluir que a contextos históricos similares, textos semejantes en una cadena de influencias que inicia con el viaje, pero esencialmente que la literatura no es sólo divertimento, sino que cumple una función esencial en la transmisión de saberes y como constructora del diálogo.

NOTAS:

[1] Manuel Antonio de Rivas, Sizigias y quadraturas lunanes…, Factoría/UAZ, México, 2010.
[2] Cyrano de Bergerac, El otro mundo, Conaculta, México, 1992, p. 29.
[3] Encarnación García León, Intertextualidad en un relato de Voltaire: Micromegas, Anuario de Estudios Filológicos, 1997, p. 131.
[4] Moro, Campanella y Bacon, Utopías del renacimiento, FCE, México, 1984, p. 22.
[5] Luciano de Samosata, Historia verdadera, Porrúa, México, 1991, p. 191.
[6] Gabriel Daniel, Viage al mundo de Descartes, Universidad de Guanajuato, 1996, p. 72.
[7] Voltaire, Cándido, Micromegas, Zagid, rei, México, 1991.